¿Alguna vez se han parado a pensar en los cientos de fragmentos de películas mudas de los que nadie se acuerda ya por haber quedado huérfanos y desconocerse su título o autor? ¡Cuántos planos o escenas que nadie quiere molestarse en visionar porque no los podemos ubicar, porque estamos tan obsesionados con catalogar todo y situarlo dentro de la narrativa de una pieza que somos incapaz de disfrutar de un fragmento de película por sí mismo! Por suerte estos clips de cine mudo tienen el consuelo del found footage, películas formadas con fragmentos de otros filmes a modo de collage, de los cuales los más célebres compuestos por obras mudas son Lyrical Nitrate (1991) de Peter Delpeut y Decasia (2002) de Bill Morrison.
Decasia propone recuperar el cine en su concepto original más puro: en su fascinación por la imagen al margen de la narrativa, el hecho de disfrutar del milagro de la imagen en movimiento sin necesidad de una historia que la sostenga. El filme está compuesto por múltiples fragmentos que no están unidos por un nexo lógico sino que más bien funcionan como poesía visual apoyada por la excelente banda sonora de Michael Gordon, sin la cual no podría entenderse la película. Su condición abstracta hace además que detalles que podrían ser considerados como defectos (la mala calidad de algunos de los negativos, que hace que las imágenes se vean borrosas y con manchas) aquí jueguen en su favor, dándole un aspecto aún más irreal.