La Violinista de Florencia (Der Geiger von Florenz, 1926) de Paul Czinner

La Violinista de Florencia (Der Geiger von Florenz, 1926) es de esos filmes que me atrapan desde la escena inicial. La cinta comienza no con la clásica presentación de personajes sino con una escena bastante insólita. Unas manos cogen la foto de una mujer que hay dentro de un marco y ponen otra de una jovencita en su lugar. En el siguiente plano vemos que las manos corresponden a la joven de la foto y que, después de haber hecho el cambio ha roto la fotografía que había antes. Más tarde dscubrimos a la mujer de la fotografía inicial en otro cuarto poniendo flores frescas en un jarrón. Un hombre camina por el cuarto anterior y ve en el suelo los trozos de la fotografía rota. La joven destroza-fotos ahora la toma con el florero e intenta reemplazarlo por otro que trae ella. La joven y la mujer se encuentran y la primera le increpa que sus flores son más bonitas. Llega el hombre y se lleva a la jovencita a un cuarto aparte. La frase que ésta le dice: «No puedo remediarlo, no la quiero«. La réplica de él: «Pero yo sí la amo«.

No llevamos ni cinco minutos de película y se nos ha expuesto de forma sumamente elegante y precisa un conflicto: la hijastra, Renée, que no quiere a su madrastra, y el padre intentando reconciliarlas. Todo ello con naturalidad, de forma que no tengamos la sensación de estar viendo la presentación de los personajes, sino de haber penetrado en mitad de un conflicto ya existente. Cada detalle encaja a la perfección: desde las interpretaciones de los actores (especialmente el inconmesurable Conrad Veidt en un papel comedido y elegante, pero no exento de sensibilidad) a la puesta en escena, que se basa en la forma de introducir pequeños elementos que reflejan un drama mayor.

Leer más »

Cowards Bend the Knee (2003) de Guy Maddin

Este post cierra una especie de trilogía de artículos dedicados al cineasta Guy Maddin que este Doctor ha publicado en otras páginas web durante estas semanas. Los otros artículos son:

  • «Volviendo al pasado para explicar el presente: la «Me Trilogy» de Guy Maddin«, publicado en Transit Cine.
  • «Propuesta para una posible película muda musical», texto sobre Dracula: Pages from a Virgin’s Diary (2002) publicado en el fanzine del Festival de Terror Molins.

Han sido varios los cineastas que en las últimas décadas han decidido recrear la estética y el lenguaje de la era muda, pero creo que nadie lo ha logrado de una forma tan fidedigna y brillante como el canadiense Guy Maddin, quien no solo ha capturado mejor que nadie la apariencia de los filmes mudos, sino que además ha ido más allá del logro estético y darles un sentido.

Maddin, un director que en la primera parte de su carrera se movía sobre todo en círculos experimentales, ya desde sus inicios mostraba un enorme interés por utilizar recursos del cine de décadas pasadas como forma expresiva propia. El punto de inflexión llegaría con su cortometraje The Heart of the World (2000), en que abrazó definitivamente la estética de película muda adoptando además un montaje frenético muy influenciado por las vanguardias soviéticas. Tras este gran logro seguiría ese camino con Dracula: Pages from a Virgin’s Diary (2002) y, justo después, con Cowards Bend the Knee (2003), el primero de una trilogía de películas abiertamente autobiográficas.

Leer más »

The Heart of the World (2000) de Guy Maddin

Si quieren saber cuál es en mi opinión la película moderna que mejor ha sabido homenajear el estilo de la era muda, no es ni The Artist (2011) de Michel Hazanavicius, ni Blancanieves (2012) de Pablo Berger ni siquiera Juha (1999) de mi admiradísimo Aki Kaurismäki. Todos ellos son muy buenos filmes pero creo que palidecen al lado de este alucinante corto del cineasta canadiense Guy Maddin llamado The Heart of the World (2000).

Leer más »