Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2022 (III)

4 de octubre – ¡Viva Italia y viva Letonia!

Si hoy tienen uno de esos días en que lo que les apetece es ver una película muda letona de tintes épicos, Lacplesis (1930) de Aleksandrs Rusteiķis es justo lo que están buscando. Permitan que les describa el inicio: vemos a una dama encerrada en un castillo, donde es asediada por un extraño antagonista que parece sacado de Los Caraconos (1993) y que quiere hacerla suya. Mientras unos brujos lanzan una maldición sobre un broche de la joven para que ésta se enamore de ese perverso personaje, en paralelo vemos la llegada del héroe, que asalta el castillo. Se carga a todo el que se le pasa por delante, evita que los brujos acaben de lanzar la maldición al broche, mata por accidente al secuaz del antagonista y se enfrenta con él a un duelo a espada… ¡Y todo ello no es más que el prólogo de la película! Porque tras 20 minutos de fantasías épicas en la línea de Los Nibelungos (Die Nibelungen, 1924) de Fritz Lang, resulta que todo ello eran ensoñaciones de un niño que está leyendo un libro. Ese niño crecerá y se enfrentará también a una serie de enemigos en unas fechas decisivas para la nación letona: la Revolución de 1905, la I Guerra Mundial y la proclamación de independencia del país.

Lacplesis es una obra ambiciosa, épica y a ratos algo confusa, en que se nota que se puso toda la carne en el asador para construir el gran relato fílmico sobre el país. Es por ello una obra algo difícil de juzgar a veces por aquellos que, siento reconocerlo, no estamos muy versados en la historia de Letonia, ya que combina elementos de folklore (el tal Lacplesis tiene que ver con una antigua leyenda del país) con hechos históricos y políticos filmados en lugares reales – de hecho la razón de ser del filme era celebrar el 10º aniversario de su independencia.

Leer más »

Le (mini) Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2020 (IV)

Cuando se acercan los últimos días de le Giornate del Cinema Muto de Pordenone es inevitable pasmarse ante lo rápido que pasa el tiempo en ese oasis silente y hacerse la típica pregunta de «¿Ya ha pasado una semana?». No obstante, este año no ha pasado por motivos obvios. Aunque aprecio todo los esfuerzos de los organizadores por intentar hacernos sentir como si estuviéramos allá mentiría si no reconociera que no he conseguido entrar demasiado en el «ambiente Pordenone». Seguramente se deba en gran parte a que he tenido que compaginar los visionados con mis obligaciones del día a día (ya saben, la difícil rutina del hipnotista feriante), pero el motivo principal es que, obviamente, la experiencia no es la misma que estando ahí.

Cuando hace meses algunos pequeños festivales se animaron a seguir adelante en una versión completamente online dadas las circunstancias actuales, muchos vaticinaron que ése sería el futuro de ese tipo de eventos. Yo espero sinceramente que no sea así. Un festival como Pordenone es más que una serie de películas. El ambiente que se respira a lo largo de la semana, la experiencia de ver los filmes en la gran pantalla con música en directo, la posibilidad de charlar con otros asistentes, el sentirse parte de una comunidad por una semana… Nada de eso puede trasladarse en una versión online. Quizá una solución intermedia sería mantener la versión presencial y, al mismo tiempo, aprovechar una plataforma de streaming para poner a disposición de los que no pueden asistir una parte de las películas a un módico precio. Pero en todo caso creo que hablo por todos los habituales del festival si digo que ojalá el año que viene pueda celebrarse como siempre y que aguardaré la edición del 2021 más impaciente que nunca confiando poder ir allá.

Leer más »

Wagon Tracks (1919) de Lambert Hillyer

En su cortometraje El Polo Norte (1922) Buster Keaton protagonizaba una escena que quizá al espectador actual se le haga extraña en una comedia, en que el protagonista descubría que su mujer le ha engañado con otro hombre y se ponía a llorar. En realidad eso era un gag en que parodiaba uno de los recursos más recurrentes de una de las grandes estrellas del western de la época, William S. Hart, como podemos comprobar en una dramática escena de Wagon Tracks (1919) en que el protagonista descubre que su hermano menor ha sido asesinado y llora junto a su cuerpo; algo que desde nuestra visión actual del western nos podría parecer muy poco propio de un cowboy.

Aquí Hart encarna a Buckskin Hamilton, un vaquero que debe conducir una caravana de carromatos por el desierto después de reunirse con su hermano. Por desgracia, la noche antes de su encuentro éste recibe un disparo en la espalda durante una partida de póker cuando descubre que sus oponentes hacían trampas. Para complicar más las cosas, el autor del crimen hace creer a su hermana, que se ha visto involucrada accidentalmente en la refriega, que en realidad es ella quien le ha matado accidentalmente. Aunque ella admite ante Hamilton ser la autora del crimen, éste tiene sus dudas. Así pues, cuando durante la travesía por el desierto confirme sus sospechas intentará vengarse del auténtico asesino de su hermano.

Leer más »

Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2019 (IV)

Imagen: Valerio Greco

Entramos ya en la recta final del festival y uno no puede evitar soltar el tópico de qué rápido han pasado estos días y lamentarse de que en breve habrá que volver a la rutina del trabajo (en mi caso, ya saben, pasear por pueblos haciendo mi numerito de sonámbulo con Cesare para que luego vaya apuñalando a gente por las noches), pero supongo que tiene que ser así ni que sea para recuperar una cierta normalidad de horarios. Así pues, antes de lamentarnos de que hayan acabado las Giornate, disfrutemos de estos tres días que vienen más que cargados.

10 de octubre – El día de Reginald Denny

Ayer nos comentó el director del festival, Jay Weissberg, que el 9 de octubre era el día oficial de Reginald Denny (desconozco por qué ese día concreto, algún truco publicitario de la Universal). Es una maravillosa casualidad que el día oficial de Reginald Denny coincidiera con el festival de Pordenone que le está dedicando un ciclo… aunque también es mala pata que justo el 9 de octubre no hubiera ninguna película suya en el programa, de modo que Weissberg dijo que en Pordenone celebraríamos su día oficial el 10 de octubre, coincidiendo con la proyección de su película What Happened to Jones (1926) con la presencia de su nieta entre el público.

Leer más »

Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2019 (III)


Imagen: Valerio Greco

Entrando en el ecuador del festival uno empieza a notar ya cierto agotamiento acumulado y los primeros síntomas de que el cuerpo está implorando a gritos salir de esa sala oscura. Es en este punto del festival cuando más lamento que casi ninguna de las proyecciones que tengo previsto saltarme sean a primera o última hora del día, que son los horarios que a uno le permitirían dormir unas horas más. Pero qué le haremos, este feliz estrés consistente en que uno tiene demasiadas cosas por ver en una semana es una de las características de festivales como Pordenone, donde además si uno se salta ciertas sesiones no tiene la seguridad de que pueda cazar esa película en otra ocasión.

8 de octubre – Travestismo a gogó

Les voy a hacer una pequeña confesión: aunque me gustan las películas de William S. Hart, no estaba seguro de ser tan fan del célebre cowboy como para disfrutar de un programa entero dedicado a él. Pero de momento la cosa está yendo bien en gran parte por dos motivos: porque aunque hay cierto tipo de argumentos o situaciones que suelen repetirse sus películas están siendo medianamente variadas, y porque el ciclo se centra sobre todo en su primera época, que son cortos y mediometrajes que se digieren mejor y permiten observar cómo va dando forma a su estilo. El mejor de esta tanda fue The Sheriff’s Streak of Yellow (1915), en que Hart es un sheriff admirado por todo el pueblo hasta que un día deja escapar expresamente a un criminal, ya que le debía un favor del pasado. Eso provoca que le obliguen a resignar de su puesto, pero al final vuelven a aceptarle cuando impide un robo al banco cometido por la banda de ese mismo forajido. Sin una mujer que le redima aquí tenemos al Hart más duro y viril en esta historia que trata sobre lo cambiante que es la actitud de la gente hacia nuestro héroe (un detalle sutil pero interesante: cuando todos acuden a ver qué ha sucedido en el banco una vez Hart ha matado a toda la banda, éste inicialmente se muestra algo desconfiado hacia los lugareños seguramente por temor a que piensen que él tuvo algo que ver con el robo, pero por suerte no es así).

Leer más »

Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2019 (II)

Ah, no hay nada como los primeros días de Pordenone. Todo el mundo está todavía fresco y despejado. Las sesiones de las 9 de la mañana nunca están tan llenas como en estos días y uno aún mantiene el optimismo de ver todas las películas que se había propuesto. En el fondo la experiencia de un festival viene a ser encontrar un equilibrio entre verlo todo y darse las horas adecuadas de reposo. Y nunca parece tan factible y realista el plan semanal que se hace uno como en los primeros días.

5 de octubre – Once hombres y una mujer sin piedad + el anuncio más largo del mundo

Los protagonistas de la primera jornada de Pordenone han sido dos franceses… con permiso, claro está, del señor Charles Chaplin, cuya obra maestra El Chico (The Kid, 1921) ha sido escogida como plato fuerte de la sesión de inauguración del festival acompañada por la Orquesta de San Marco de Pordenone. Pero si me disculpan, dejaremos por una vez a Chaplin de lado (habrá numerosas ocasiones para hablar de El Chico) y pasemos a las otras sesiones del día.

Leer más »

Hace 100 años: las mejores películas de 1919

Como nuestros lectores más veteranos ya sabrán, una de las tradiciones anuales de este rincón silente es dedicar un post a las mejores películas que se estrenaron justo hace 100 años (abajo del todo tienen los links a ediciones anteriores). Así pues, mientras las webs que siguen la actualidad cinéfila compartirán en unos meses las listas de mejores estrenos del 2019, el ilustre Doctor Caligari en cambio rescatará de sus viejos archivos el top que elaboró en el ya lejano 1919 y que compartió en el cineclub que frecuentaba por entonces las noches que no estaba de juerga en un cabaret en compañía de su inseparable Cesare.

Nos encontramos pues a solo un año del cambio de década decisivo en el que se encuentran la mayor parte de clásicos de la era muda. A causa de ello y de que la finalidad de estas listas no es tanto ser selectivas como dar a conocer títulos, en esta ocasión el Doctor Caligari ha decidido ampliar el Top10 a los 15 mejores filmes de 1919, para no dejar fuera algunas obras también dignas de mención. Pero antes de pasar a la lista, hagamos un repaso a algunos datos importantes sobre 1919 a nivel cinematográfico.

Leer más »

Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2018 (II)

6 de octubre – Cuando Lotte Reiniger hacía anuncios de Nivea

Las primeras proyecciones del festival siempre se me hacen un poco extrañas. Quiero decir, la ceremonia de inauguración, donde se presenta el evento y se nos da la bienvenida, es el sábado por la noche. De modo que las sesiones que hay ese mismo sábado por la tarde, antes de que se haya inaugurado oficialmente el festival, siempre me han parecido un poco que están en tierra de nadie, pero deben ser tonterías de este Doctor.

Ah, no hay nada como reencontrarse de nuevo con el Teatro Verdi después de un año (su olor, sus butacas demasiado estrechas para la gente de piernas largas, el timbre avisando del inicio de cada sesión…). Me encantan las primeras proyecciones de cine primitivo de Pordenone, cuando uno todavía no se ha habituado al estilo y las convenciones de ese tipo de obras y las recibe con cierta frescura. Con esto no digo que más adelante uno se canse de ver películas mudas (¿qué clase de monstruo se cansaría de ver cine mudo?) sino que tras varios días de empacho silente llega un momento en que uno se acostumbra a los tics y el estilo de estas obras viéndolos casi como algo normal, y no con la fascinación inicial que nos suscita ese tipo de cine y que se hace patente sobre todo en las primeras sesiones a las que uno asiste.

Leer más »

Hace 100 años: las mejores películas de 1918

Vuelve un año más el post clásico de este Doctor dedicado a las mejores películas que cumplen 100 años este 2018 para aquellos de ustedes que no recuerdan cómo fue 1918 cinematográficamente hablando o, incluso, que no habían nacido aún. No olviden por cierto que abajo del todo tienen los links a las listas de otros años.

El gran acontecimiento de 1918 como sabrán fue el fin de la desastrosa Gran Guerra, que había inspirado ya unas cuantas películas y que sirvió de base para algunos de los films que mencionamos aquí. Pero centrándonos en el cine, uno de los rasgos más interesantes de estos años es que se hacen especialmente visibles las diferencias entre aquellos cineastas que ya dominaban el lenguaje cinematográfico clásico tal y como se desarrollaría posteriormente y los que todavía tenían un estilo que hoy día nos parece más arcaico.

Esto no quiere decir que las películas de estos últimos sean peores sino que es una época apasionante por encontrarse aún a medio camino entre el estilo de cine de los años 10 y el de los años 20. Y lo más curioso es que esa diferencia de estilos no era algo que necesariamente diferenciara los grandes cineastas (Griffith, Tourneur) del resto. Tomen por ejemplo a Marshall Neilan, un notable director hoy día virtualmente olvidado que era un eficiente artesano de películas comerciales de estudio, pero no un artista excepcional o especialmente destacable. Y no obstante si ven la película suya que hemos seleccionado en esta lista comprobarán que tiene un dominio excepcional para la época del montaje, el ritmo y la puesta en escena. Por tanto no nos sirve la distinción entre el cine más artístico y avanzado, obras de artistas geniales, y el más comercial despreocupado por la forma. Y eso hace que todo sea aún más interesante.

Leer más »

Redescubriendo a Francis Ford

«Durante mucho tiempo, cuando la gente oía el nombre de Ford referido a una película, solía preguntar: «¿Ford? ¿Algo que ver con Francis?». Muy pronto, a menos que no se cumplan las expectativas actuales, dirán: «¿Ford? ¿Algo que ver con Jack?«.

The Moving Picture Weekly, Junio de 1917

Dudo que haya ningún fan del cine clásico que no esté familiarizado con el nombre de John Ford, seguramente el director americano por excelencia. Pero no obstante, ¿cuántos fans del cine mudo saben siquiera de la existencia de su hermano mayor, Francis Ford? Su nombre ha pasado a engrosar en la interminable lista de estrellas de la era muda que cayeron en el más absoluto olvido con el paso de los años, incluso muchas veces antes del advenimiento del sonido. Y si a día de hoy alguien se acuerda de él, me imagino que deben ser únicamente los fanáticos de John Ford, que lo tendrán identificado como uno de los miembros de la John Ford Stock Company, ese grupo de actores a quien el director tenía por costumbre utilizar siempre que podía en sus películas, aunque fuera en papeles muy pequeños. Pero en realidad Francis Ford tuvo suficiente entidad en su momento como director y actor para ser recordado al margen de su famoso hermano menor. Eso sin olvidar que fue gracias a él que John entró en el mundo del cine.

Viendo en las películas de John Ford ese entrañable personajillo al que solía dar vida Francis Ford, resulta chocante pensar que ese mismo tipo 20 años atrás había dirigido, escrito y protagonizado algunos de los proyectos de mayor éxito y envergadura en el Hollywood de los años 10. Teniendo en cuenta que en la época de los films de John Ford prácticamente nadie sabía del pasado de Francis (o si lo sabían era de forma más bien vaga: «fue un cineasta de éxito», pero sin recordar con exactitud hasta qué niveles lo había sido; la comunidad de Hollywood y la crítica tenían mucha facilidad en aquellos tiempos para olvidar a los pioneros de la era muda, y si no que se lo digan a Griffith), los grandes logros de Francis han sido durante mucho tiempo una especie de secreto que solo conocían unos pocos, hasta que algunos biógrafos de John Ford como Joseph McBride o Tad Gallagher comenzaron a sacarlos a la luz. Va siendo hora de que en este humilde rincón también le hagamos justicia.

Leer más »