El Sexto Sentido (1929) de Nemesio Manuel Sobrevila

No es ningún secreto que España estuvo muy lejos de ser un país destacado en la era muda, y más cuando algunos de sus principales exponentes (Segundo de Chomón, Marcel Pérez) no tardaron en emigrar al extranjero para desarrollar su carrera. Sin embargo si exploramos un poco en su cinematografía nos podremos encontrar algunas agradables sorpresas como este singularísimo filme de Nemesio Manuel Sobrevila: El Sexto Sentido (1929).

Para entender las virtudes de esta obra y su cualidad de rara avis en una industria fílmica poco dada a excentricidades primero debemos tener en cuenta a su autor: un arquitecto, inventor y cineasta de inquietudes culturales que estaba muy al tanto de las últimas tendencias artísticas fuera del país. De modo que más que trabajar en la industria cinematográfica española, Sobrevila era un tipo bien conectado con el mundo cultural y vanguardista que se acercó al cine con ganas de explorar sus posibilidades (no es algo tan raro este tipo de «intrusiones», de hecho en el cine vanguardista francés era de lo más habitual). Y después de un primer filme hoy desaparecido, Al Hollywood Madrileño (1927), se lanzó con esta película que en su momento pasó inadvertida pero hoy día ha sido rescatada como obra de culto.

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Amor Pedestre (1914) de Marcel Pérez

Amigos lectores, hoy les ofrecemos uno de los cortometrajes más originales de la era muda: Amor Pedestre (1914), una típica historia de seducción que tiene la particularidad de estar narrada íntegramente… ¡desde el punto de vista de los pies de los protagonistas! Su autor es Marcel Pérez, actor y director de origen madrileño que se labró una carrera cinematográfica en todo el mundo, especialmente Italia y Estados Unidos. En este caso obviamente la historia es lo de menos, la gracia está en ver cómo Pérez da a intuir solo con el recurso de los pies el proceso de seducción, el enfrentamiento con el marido y el desenlace con eróticas consecuencias.

Un filme muy ingenioso que nos vuelve a confirmar otra vez más cómo la época silente está llena de obras imaginativas esperando a ser descubiertas.