Nervios es una de las primeras películas realmente importantes de la historia del cine alemán. Precediendo brevemente a su edad de oro y al inicio del expresionismo cinematográfico, dicho film se proponía la ambiciosa tarea de capturar la “epidemia nerviosa” que sufría la población alemana en el durísimo contexto de la posguerra. Y desde luego “ambicioso” es uno de los adjetivos que mejor describen esta obra, que se inicia con un prólogo casi abstracto desvinculado del resto del film en que se nos muestran rótulos e imágenes que pretenden evocar la temática y el tono de la película. El espectador podrá disculpar ese grandilocuente estilo si tiene en cuenta que aún no existía una industria cinematográfica potente alemana y que por tanto su autor buscaba abrir camino con una gran película artística como ésta. ¡Casi nada!

El argumento se centra en los conflictos sentimentales entre una serie de personajes: el poderoso propietario de una fábrica, Roloff; su mujer, Elisabeth; su hermana Marja y el pastor Johannes. Marja, prometida a un hombre poderoso, está enamorado del idealista pastor Johannes, cuyos discursos dirigidos a las masas consiguen conmoverla profundamente. El día de la boda de compromiso, ella se niega a casarse argumentando que en realidad pertenece a Johannes, y su hermano Roloff se imagina en consecuencia al pastor violando a su hermana con tanta claridad que cree haberlo visto de verdad. El pastor es denunciado y encarcelado, algo a lo cual éste no se opone ya que cree que es la justa penitencia que se merece, pero no por haber abusado de Marja, sino por desear en secreto a la mujer de Roloff, Elisabeth.

Como puede verse, se trata de un argumento que se va volviendo cada vez más complejo a medida que las relaciones entre los personajes se van entrecruzando. Pero lo que en realidad podría verse como una serie de triángulos amorosos, Reinert lo entiende como una forma de plasmar la delicada situación de la Alemania de la época, y se nota sobre todo en ese tono tan decadente en que los sentimientos de los personajes parecen provocarles más sufrimientos que otra cosa. Ninguno de los protagonistas en Nervios está en armonía consigo mismo, el único personaje que está más cerca de ello es precisamente la hermana ciega del pastor (Reinert no se resiste al conocido cliché del invidente que en realidad ve más que los que conservan la vista).

La película todavía no muestra el estilo expresionista que empezaría a dar identidad propia al cine alemán en breve salvo en un par de escenas en que el director se atrevió – y remarco lo de “atreverse” puesto que en ese momento no era un recurso seguro ni fácil – a reflejar visualmente los tormentos interiores del personaje de Roloff de forma más abstracta.

Por otro lado, los minutos de metraje que han desaparecido debido a los recortes que sufrió el film nos han dejado sin la interesante subtrama de Maria abocándose a sus ideales revolucionarios, seguramente la parte más conflictiva de la película y la que conectaba de forma más directa con el difícil contexto social de la época.

Es una obra en mi opinión inferior cualitativamente a lo que vino luego pero de una innegable importancia por su pionerismo y su ambición de reflejar el difícil contexto de la época, tanto a un nivel personal (la incapacidad de los personajes por expresar abiertamente sus sentimientos) como social (los movimientos revolucionarios que cobran protagonismo al final).
Si alguno de ustedes sabe alemán, puede verla entera en Youtube.