Hoy les ofrecemos este simpático cortometraje típico del cine de los orígenes filmado por uno de los nombres más conocidos de esa época: Edwin S. Porter.
La premisa es la siguiente: dos tipos regentan un negocio en que convierten a los perros en salchichas, pero no para comérselos sino para tenerlos almacenados. Cuando un cliente viene a pedirles un perro, éstos meten la salchicha en la máquina y ésta vuelve a convertirse en un simpático can. Ingenioso, ¿verdad?