En uno de mis numerosos viajes por oriente, encontré en un pequeño bazar de rarezas de segunda mano una interesante colección de DVDs llamada “Japanese Anime Classic Collection”, dedicada a los inicios de la animación en Japón. Ciertamente no podía dejar escapar algo así, de modo que me hice con él después de un largo rato regateando con su vendedor, un astuto anciano que al notar mi interés intentó vendérmelo a un precio abusivo (luego descubrí que el DVD también estaba en Amazonn…).
Este pack de cuatro DVDs ofrece varios cortos de animación japoneses de la década de los 20 hasta los 40, pero poniendo mucho énfasis en una época que nos interesa especialmente en este rincón: los años 20 y 30, es decir, la era muda e inicios del sonoro. Les ofrezco pues una selección de diez de esos cortometrajes con referencias a otros que se pueden encontrar en ese mismo pack. Muchos de los links de Youtube que comparto no tienen subtítulos, pero no se desanimen, la mayoría se pueden disfrutar igualmente habiendo leído previamente el argumento.
Momotaro the Undefeated (Nihon-ichi Momotaro, 1928)
Momotaro es un niño nacido de un melocotón gigante (¿?) que un buen día decide irse a la isla de los demonios a enfrentarse a éstos con la inestimable ayuda de un perro, un mono y un faisán (¡!). Se trata de un cuento tradicional japonés que luego tuvo otras secuelas de animación pero con argumentos ya alejados de la historia clásica: Momotaro’s Sky Adventure (Sora no Momotaro, 1931) y Momotaro’s Underwater Adventure (Umi no Momotaro, 1932). Quizá es una forma de “pervertir” el personaje original trasladándolo a un contexto contemporáneo, pero también es una muestra de cómo su nombre era tan familiar para el público infantil que suponía todo un reclamo.
Estos últimos cortometrajes aparecen en muy malas condiciones en el pack de DVDs y con muchas escenas perdidas pero, por una curiosa casualidad, en la última edición del festival de Pordenone nos pusieron esta trilogía de cortos y pude disfrutarlos en una versión restaurada con todo el metraje intacto. De modo que con un poco de suerte se reeditarán tarde o temprano.
The Stolen Lump (Kobu-Tori, 1929)
Un anciano pasea una noche por el bosque y descubre una reunión de Tengu (criaturas sobrenaturales con aspecto de hombre y de ave) donde éstos están tocando música. Como no podía ser más natural ante una situación así, el buen hombre se acerca y empieza a bailar:
El líder de los Tengu, impresionado por sus dotes de bailarín, le pide que vuelva al día siguiente; pero para asegurarse de que regresará le quita un enorme bulto que tiene en el cuello, pensando erróneamente que el anciano querrá volver a recuperarlo. Interesante cuento sobre la codicia con un diseño de personajes muy bien acabado y escenas muy simpáticas.
Taro’s Toy Train (Taro-san no Kisha, 1929)
El principal aliciente de Taro’s Toy Train es que combina imagen real y animación: Taro recibe de su padre un tren de juguete y cuando se va a dormir sueña que trabaja en él de revisor. Sus aspiraciones laborales son bastante modestas (ni siquiera quiere ser el conductor) pero a cambio tiene como pasajeros a animales. Encantador.
Un simpático cuento que empieza con los animales terrestres enfrentados en una guerra contra los voladores. En medio de ese conflicto, el murciélago se dedica a jugar a dos bandas, puesto que puede volar pero tiene aspecto de animal terrestre. Una vez la guerra llega a su fin, se descubre su trampa y, humillado, se ve obligado a salir al exterior únicamente por las noches. Uno de mis favoritos por su tono de fábula clásica.
Our Baseball Match (Oira no Yakyu, 1931)
Viendo esta serie de cortos he notado dos tendencias: una curiosa obsesión de los animadores japoneses hacia los monos, los pulpos y los mapaches, y la repetición de cortos sobre animales haciendo deportes. Lo segundo tiene una ligera explicación por los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1932, que seguramente pusieron de moda por esa época la temática deportiva. En este corto podemos ver un partido de beisbol entre conejos y mapaches, pero existen más ejemplos: Sport’s Day at Animal Village (Doubutsu-mura no Sports Day, 1932) o Swim, Monkey, Swim (Oyoge-ya Oyoge, 1939) en que un mono intenta ganar una prueba de natación.
Plane Cabby’s Lucky Day (Oatari Sora no Entaku, 1932)
El inicio de este cortometraje es irresistible: un futuro en que los animales van por tierra y los humanos a cambio viajan únicamente por el aire. Al final acaba derivando en un argumento más prototípico en que el protagonista ayuda a un pájaro que fue atacado mientras bailaba (sí, como suena), y se alía con él y un oso para conseguir un tesoro. Nada que no nos haya sucedido a todos nosotros alguna que otra vez.
Private 2nd Class Norakuro (Norakuro Nitohei: Kyoren no Maki/Enshu no Maki, 1933)
El perrito Norakuro era un personaje de manga que saltó con éxito a la gran pantalla en una serie de cortometrajes que se centraban en sus tropelías en el ejército – el otro que he visto se llama Corporal Norakuro (Norakuro Gocho, 1934). Pero por muy simpático que me caiga este personaje torpón y de buenas intenciones, no puedo dejar de pensar que sus argumentos eran una forma de glorificar el ejército al público infantil, sobre todo en una época en que Japón estaba inmersa en continuos conflictos bélicos.
Otra serie de cortos que tenían como protagonista al mono Sankichi eran aún menos disimulados en su propósito propagandista, aunque a nivel de animación son bastante menos interesantes: Sankichi the Monkey, The Stormtroopers (Osaru no Sankichi: Totsugekitai, 1934) y Sankichi the Monkey, The Air Combat (Osaru no Sankichi: Bokusen, 1942) donde se nos advierte que “hay otros enemigos de los que proteger el cielo”… No es muy sutil y me entristece un poco ver entre cortos tan inocentes estos artefactos patrióticos destinados a preparar a esos niños para su futura labor en el frente.
Why Is the Sea Water Salty? (Umi no Mizu wa Naze Karai, 1935)
Otro cuento con moraleja sobre la codicia en que un hombre pobre que no recibe ayuda de su hermano y al que un anciano le da un consejo: conseguir de los enanos del bosque un molinillo mágico que tiene la capacidad de hacer aparecer lo que desee. La historia está basada en un cuento popular japonés.
Este tipo de historias con moralejas que atacan la avaricia son muy típicas de estos cortos, tal y como muestra otra película del pack, The Sparrow’s Lodge (Suzume no Oyado, 1936).
Tiny Chisibuke’s Big Adventure (Issun-boshi: Chisibuke Monogatari, 1935)
Chisibuke es una especie de versión nipona de Pulgarcito, que aquí se enfrenta valerosamente a un demonio pese a su diminuto tamaño. Me gusta bastante el dibujo del demonio y a nivel de animación se nota cierto progreso respecto a varios de los cortos anteriores.
Danemon’s Munster Hunt at Shojoji (Shojoji no Tanuki-bayashi ban Danemon, 1935)
Y por último un cortometraje ya sonoro en que se utiliza la figura de un samurai real (Ban Nayouki) como protagonista. En este caso decide entrar en una casa encantada a luchar contra los monstruos que la habitan, que son unos mapaches que se transforman en diversas apariciones… entre ellas el también célebre Sazen Tange.
Por momentos muy inquietante, y sino juzguen ustedes mismos:
A nivel de delirio creo que este último sería el gran ganador pero seguido muy de cerca por Hyoei and Heibei’s Tengu Hunt (Tengu Taji, 1934), protagonizado por un samurai de extraño diseño que me recuerda horrores a una especie de Betty Boop malhumorada:
Y que incluye escenas delirantemente gore como éstas:
De todos modos, no dejan de ser un reflejo del alocado y caótico estilo del cine de animación de los años 30 tan libre de ataduras, aunque adaptado a un argumento más típicamente japonés.
Y si les parece que ya no hay nada que pueda sorprenderles, permítanme cerrar este post con un corto de animación sonoro (que por cierto no está en el mencionado pack) en el cual un Mickey Mouse diabólico ataca una isla pacífica en la que habita Félix el gato y nuestro viejo amigo el niño Momotaro:
Toybox Series 3: Picture Book 1936 (Omochabako series dai san wa: Ehon senkya-hyakusanja-rokunen, 1934)
Realmente la historia del cine es una caja de sorpresas, ¿no creen?
Si les interesa ver más películas de animación japonesas de ese periodo les recomendamos que echen un vistazo a esta página web.