Hoy rescatamos la primera adaptación cinematográfica que se conoce de la célebre historia de Carlo Collodi publicada en 1883.
Este cortometraje italiano destaca sobre todo por la presencia del célebre cómico Ferdinand Guillaume en el papel protagonista, a quien vemos en la escena inicial saludando al público y convertirse en el personaje de Pinocho tras dar un par de volteretas en el aire. Realmente en sus seis minutos de duración, el film apenas toma del libro la historia del famoso autómata que cobra vida (resulta especialmente hilarante cuando, estando aún inmóvil, le saca la lengua a Gepetto) y poco más. Una vez Pinocho consigue moverse, la película deriva en la clásica persecución entre personajes destruyendo todo a su paso y finaliza cuando la policía detiene a Pinocho, quien parece que tras pocas horas de vida ya tiene problemas con la justicia (¡aunque al final se nos indica que quien carga las con culpas es el pobre Gepetto!).
Más que una adaptación, es una excusa para exhibir las dotes cómicas de Guillaume y partir de un personaje popular que permitía una caracterización extravagante, pero resulta interesante como primer Pinocho cinematográfico.