Al contrario de lo que podría parecer, las eminencias en cine mudo no hallan el placer únicamente en encontrar joyas perdidas en rincones ocultos de filmotecas o archivos de coleccionistas. En contadas ocasiones a uno le apetece estar en la playa antes que descubriendo una obra silente inédita del cine armenio. Por ello, cuando llegan estas fechas el Doctor Caligari ya empieza a probar si aún le entra el flotador del año pasado y si su vieja colchoneta no tiene agujeros.
Durante unos meses, el ilustre Doctor dedicará su tiempo no a escribir sobre joyas mudas sino a pasatiempos igual de emocionantes como el de la imagen que pueden ver arriba. Como de costumbre, a finales de Septiembre volverá con ustedes para traerles más cine mudo.