Hace 100 años: las mejores películas de 1925

Sé que todos ustedes, fieles lectores, lo estaban esperando, ¿y quién es este Doctor para decepcionarles? Aquí va la clásica lista que les ofrecemos cada año de las mejores películas que han cumplido un siglo, es decir, las mejores películas de 1925.

A medida que nos adentramos más en la década de los años 20, más difícil se hace realizar una selección acotada de títulos y uno entra en el dilema de no querer extenderse mucho pero, al mismo tiempo, querer dejar un hueco a tantas grandes películas menos conocidas. Es por ello que en esta ocasión se ha ampliado la lista a 20 títulos. Veamos lo que nos ofrecía el mundo cinematográfico en 1920.

Leer más »

Participación en dos libros colectivos y curso de cine mudo en el Museu del Cinema de Girona

Queridos lectores, mientras esperamos a que este Doctor retorne de sus vacaciones, quizá les interese saber de su participación en dos libros colectivos que se han publicado este año, así como de un nuevo curso que realizará en el Museu del Cinema de Girona a principios del 2026.

De entrada les recordamos para los que no lo sepan que hace unos meses se publicó el libro La era de los pioneros – 50 obras clave del cine mudo, para el cual preparé este pequeño vídeo que supone mi pequeño homenaje a la era muda y que espero que sea de su agrado:

Leer más »

Homenaje a los rostros anónimos del cine: descubriendo a Eddie Clayton

Imagen tomada de la web Lord Heath

Este es un post un tanto particular por varios motivos, entre ellos que se trata, muy probablemente, del único artículo que leerán en internet sobre el actor Eddie Clayton. Estoy seguro de que nunca han oído hablar de él, y no obstante es muy probable que le hayan visto en al menos una película en concreto a la que llegaremos más adelante.

¿Quién es Eddie Clayton y por qué el Doctor Caligari ha decidido dedicarle un post? ¿Se trata de un gran artista injustamente olvidado por el paso del tiempo? ¿Alguien que tuvo un papel pequeño pero crucial en el Hollywood de los años 20 y 30? ¿Una persona con una historia personal apasionante que merece ser rescatada? Ninguna de estas frases es cierta. Si estoy hablando de Eddie es precisamente porque es alguien totalmente irrelevante, pero que me sirve de McGuffin para hacer un pequeño homenaje a todo un colectivo.

Leer más »

Relámpago (Speedy, 1928) de Ted Wilde

Ya he comentado por aquí en más de una ocasión ese pasaje de las memorias de Chaplin en que explicaba cómo en una ocasión un fan le dijo por carta que inicialmente él era el dueño de su personaje, pero que al final acabó siendo el personaje el que le dominó a él. Esto es algo que se acentuó sobre todo cuando grandes cómicos como él y Harold Lloyd dieron el salto al largometraje. Ambos buscaron con ese cambio hacer películas en que la trama estuviera mejor desarrollada y no fuera una mera excusa para encadenar gags y, sobre todo, que sus célebres personajes se humanizaran y no se comportaran como meros clowns. Así pues, en ese sentido es cierto: Chaplin y Lloyd eran mucho más libres para hacer lo que quisieran en sus cortos, donde la premisa podía ser mínima siempre que diera pie a crear gags.

No obstante, cuando Lloyd pasó a realizar largometrajes, encontró una solución a ese problema. Mientras que Chaplin se volvía más perfeccionista, casi atrapado en las altas expectativas que generaba con cada nueva película, Lloyd optó por una alternativa: un ritmo de producción más acelerado (en realidad más acorde con los tiempos, lo de Chaplin era una anomalía) en que combinaba conscientemente una película «de personajes» y otra de gags. Las películas de personajes eran sus grandes obras más ambiciosas, mientras que las de gags eran filmes que partían de situaciones más sencillas y que no profundizaban tanto en el drama (no por ello quería decir que fueran menores o menos exitosos, de hecho alguno de sus filmes de gags como ¡Ay, mi Madre! (For Heaven’s Sake, 1926) fue uno de sus mayores taquillazos). Mi impresión es que con esta división Lloyd buscaba, de forma consciente o inconsciente, poder llenar sus ansias de hacer evolucionar su personaje y sus películas sin renunciar a filmes con el espíritu más ligero de sus cortometrajes.

Leer más »

Hace 100 años: las mejores películas de 1924

Ahora que tantos medios comenzarán a agobiarnos con las clásicas listas de mejores filmes del año es el mejor momento para ofrecerles la lista que realmente le interesa a la comunidad cinéfila: la de mejores películas que cumplen 100 años este 2024 o, en otras palabras, las mejores películas de 1924.

Como verán, el panorama cinematográfico mundial estaba mejor que nunca, con grandes filmes de países y estilos muy diferentes, si bien empiezan a notarse cambios respecto a años precedentes: el consabido expresionismo alemán ofrece aquí ya las últimas grandes obras del género y la escena escandinava no tardará en perder a sus dos mayores talentos. A cambio, Francia está en plena ebullición tanto en lo que respecta a las vanguardias como por una generación de cineastas que saben utilizar elementos expresivos de esos movimientos más experimentales pero adaptados a filmes narrativos. Al no querer incluir cortometrajes se quedaron fuera de mi lista títulos tan imprescindibles como Ballet Mécanique (1924) de Fernand Léger y Dudley Murphy, Entr’acte (1924) de René Clair  o Symphonie Diagonale (1924) de Viking Eggeling. No me lo tengan en cuenta, es una forma de no hacer esta selección aún más compleja.

Leer más »

Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2024 (IV)

 
Autor: Valerio Greco

10 de octubre – En que se dan cita dos de los más grandes nombres de la comedia cinematográfica y un fox terrier

Sabes que va a ser un buen día en Pordenone cuando empiezas la jornada con un corto en que aparece un fox terrier esquiando y luego tienes una película de Lubitsch que aún no habías visto. Als de Winter Komt es uno de los cortometrajes de autoría desconocida que se proyectaron hoy. Se sospecha que es de 1921 y básicamente tiene como narrador a un fox terrier que explica lo bien que se lo pasa en invierno con su familia y, sobre todo, su dueña Mary. Es un corto encantador, tanto por la belleza de esas imágenes nevadas como, claro está, por su protagonista. Y para los que sean sensibles con la forma como se trata a los animales actores, en este caso nuestro fox terrier se nota que se lo está pasando genuinamente bien brincando por la nieve y caminando con unos zapatitos que le han comprado para que no pase frío en las patas en estas fechas.

El otro corto que vimos hoy sin identificar es una simpática comedia, Las Horas del Asistente, que se sospecha que debe datar de alrededor de 1915 y probablemente provenga de Francia o Italia. Explica todas las tareas que debe llevar a cabo durante un día el ayudante de un oficial, y la gracia está en que va alternando planos de un reloj que marca una hora concreta con la diferente tarea que el pobre hombre tiene que llevar a cabo.

Crédito: Eye Filmmuseum

Leer más »

Three Friends and an Invention (Dva druga, model i podruga, 1927) de Aleksei Popov

Three Friends and an Invention (Dva druga, model i podruga, 1927), también conocida por el más exacto título de Two Friends, a Model, and a Girlfriend es una encantadora muestra de las magníficas comedias que se realizaron en la era muda del cine soviético, generalmente asociada únicamente a filmes vanguardistas de contenido político, lo cual es una visión tan simplista como pensar que el cine mudo alemán era mayormente expresionista. Los protagonistas de la película que nos ocupa son dos jóvenes trabajadores de una fábrica que diseñan un invento que permite crear cajas de cartón con suma rapidez. Aunque intentan ofrecer la patente al propietario de la fábrica para facilitar el trabajo, éste se muestra en contra de invento. Lejos de desanimarse, nuestros dos héroes se dirigen a la capital para mostrárselo a las autoridades. Les acompañará una muchacha del pueblo de la que ambos están enamorados… pero también les seguirá su enemigo dispuesto a desbaratar sus planes.

El autor de Three Friends and an Invention es un director de teatro llamado Aleksei Popov, que si bien tuvo algunos pocos papeles en el cine en la era zarista, centró la mayor parte de su carrera en el mundo teatral. Con esta película Popov se proponía hacer una comedia ligera con personajes modernos tomando como referencia los filmes humorísticos que venían de fuera, sobre todo los de Buster Keaton. La conexión con Keaton es bastante obvia, no solo porque sus protagonistas son dos hombres resolutivos que se enfrentan a la adversidad y se evita el sentimentalismo que podría provocar el personaje de la chica, sino por el gusto de ambos personajes por los inventos absurdos. Y aquí no icluimos solo la máquina que fabrica cajas, sino por ejemplo el improvisado medio de transporte fluvial que inventan sobre la marcha para viajar hasta la ciudad.

Leer más »

Roscoe Arbuckle y su salto al largometraje: The Round-up (1920) de George Melford

Se ha escrito mucho sobre cómo fue el salto de cortometrajes a largometrajes en lo que respecta a los grandes del slapstick. Los casos de Chaplin, Keaton y Lloyd se sucedieron en un intervalo de tiempo muy similar (si no contamos El Romance de Charlot (Tillie’s Punctured Romance, 1914), que es más un ambicioso proyecto de Mack Sennett con Chaplin y otros actores de la Keystone que una película de Chaplin propiamente dicha), mientras que en lo que respecta a Keaton y Pasión y Boda de Pamplinas (The Saphead, 1920) esto sería más bien un encargo, y el cómico volvería durante unos años al formato corto antes de verse preparado para probar con largos teniendo él plena libertad. Pero, ¿qué pasa con Roscoe «Fatty» Arbuckle? La historia le ha dejado tristemente olvidado por el escándalo que acabó con su carrera, pero eso no es excusa para que hoy día, conociendo además su inocencia, no rescatemos sus películas y le reivindiquemos como uno de los grandes pioneros de la comedia. O al menos así es como se le consideraba en su momento.

Teniendo en cuenta pues lo poco que se sabe de Arbuckle en comparación con sus coetáneos, contemplar su primer largometraje ha sido un auténtico shock por no ser en absoluto lo que esperaba. Porque The Round-Up (1920), basado en una obra teatral que curiosamente había protagonizado el primo mayor del propio Arbuckle, no es una comedia, sino un western con tintes de melodrama y unas pequeñas dosis de comedia en que el célebre cómico ni siquiera era el protagonista absoluto de la acción. ¿Qué sucedió?

Leer más »

Hace 100 años: las mejores películas de 1923

¿Se pensaban que este Doctor se había olvidado de uno de los grandes clásicos de este rincón silente? ¡Para nada! Aunque un poco justos de fechas, aquí tienen el listado que todos estaban esperando: las mejores películas que cumplen 100 años, es decir, los mejores filmes de 1923. Si les parece que este año les cuesta elaborar los clásicos Top10 de mejores estrenos de 2023… ¡imagínense lo complicado que era en plena edad de oro del silente!

En 1923 Alemania seguía imponiéndose como una de las mayores potencias cinematográficas del mundo, como verán con la selección de varios títulos del listado, que van mucho más allá del ya conocido expresionismo. La otra gran potencia cinematográfica europea comprobarán que es Francia. En estos años hay innumerables ejemplos de películas que combinan una enorme sensibilidad y un sentido muy visual de la puesta en escena con las influencias de las vanguardias de la época, que se manifestaban sobre todo en cortometrajes como Le Retour à la Raison (1923) de Man Ray. Pocas cosas hay mejores en la era muda que los filmes franceses de este periodo que conjugan ambos elementos.

Leer más »

Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2023 (III)

Créditos de la imagen: Valerio Greco

10 de octubre – ¿Qué tienen en común Harry Piel y Sylvia Plath?

Una las grandes novedades de este año fue el descubrimiento de un legendario documental brasileño: Amazonas, Maior Rio do Mundo (1918) de Silvino Santos, considerado perdido hasta que hace poco se encontró una copia en la República Checa. Aparentemente fue un filme muy popular en su tiempo que se difundió por Europa a menudo en copias ilegales distribuidas por un tipo que afirmaba ser el director de la cinta. La película resulta muy interesante por su valor histórico y etnográfico, si bien yo personalmente eché en falta más imágenes de las tribus de la zona. Años después, el propio Silvino Santos volvería a repetir el mismo tema con No Paiz das Amazonas (1922), su filme más popular.

Volviendo a Europa, nuestra dosis de Ruritania del día vino en forma de un serial francés titulado Titi, Premier Roi des Gosses (1926) de René LePrince, de la cual vimos una versión resumida de apenas hora y media que se montó para el mercado extranjero (el serial completo se cree desaparecido). Llega un punto en que creo que podríamos poner en una bolsa papelitos con una serie de situaciones «ruritanas» estándar y, sacando tres papeles al azar, podríamos armar un guion estilo Ruritania en poco tiempo: matrimonios de conveniencia, reyes con dobles o hermanos gemelos, revoluciones,  un romance entre un atractivo extranjero y una princesa, un heredero desaparecido que aparece de repente… Y en ese sentido, Titi, Premier Roi des Gosses ofrece de entrada una combinación estándar: una pequeña princesa es la heredera al trono, pero su malvado tío consigue provocar una revolución en que convence al pueblo de que la solución a su pobreza no es, como sería lógico, una república, sino darle el trono a él. De modo que la princesa y su madre se exilian en Francia. Allí la madre es asesinada y Titi acaba entre varias situaciones conflictivas conociendo a un entrañable niño vagabundo, Titi, que se encariña de ella y decide ayudarla.

Leer más »