Hacía mucho que no poníamos por aquí otro cortometraje del genial Segundo de Chomón, y buscando entre todos los existentes me topé con éste que no conocía y que me pareció tan delirante (incluso para sus estándares) que no me he resistido a compartirlo.
Es el típico film de transformaciones y magia à la Méliès en que una jovencita y una rana (mejor aún, alguien disfrazado de rana) corretean alrededor de una fuente en la que aparece mágicamente otra rana gigante. Hasta aquí bien, pero entonces la cosa se desmadra por completo y empiezan a aparecer cabezas gigantes y esculturas vivientes mientras la rana sigue dando saltos alrededor. Es alucinante.
Gran parte del encanto de estos cortometrajes de Segundo de Chomón y de Méliès es que no apelan a la racionalidad, no buscan contar una historia o situación ni siquiera de forma breve, simplemente deslumbrarnos con los efectos especiales y la magia del medio
[…] En esa época se calcula que rodó unas 107 películas, entre las que se encuentran la célebre El Hotel Eléctrico (L’Hotel Eléctrique, 1908), La Casa Embrujada (La Maison Ensorcelée, 1908), Viaje a Júpiter (Voyage sur Jupiter, 1909) o Una Excursión Incoherente (Une excursion incohérente, 1909). Como vemos, en Pathé Chomón se desenvolvía en todo tipo de filmes: desde películas que explicaban una historia y tenían integradas en su narrativa los efectos especiales (como es el caso de las que acabamos de citar), a otras que eran puro cine de atracciones, es decir, basadas mayormente en exhibir la técnica y posibilidades del medio sin necesidad de narrar una historia, como El Espectro Rojo (Le Spectre Rouge, 1907), Les Kiriki, Acrobates Japonais (1907) o La Rana (Le Grenouille, 1908). […]