Hoy les presentamos uno de mis cortos favoritos de cine primitivo: The Big Swallow de James Williamson. Creo que no está suficientemente reconocido el papel de Reino Unido en la era del cine de los orígenes, sobre todo al no contar con algún cineasta que haya trascendido como Méliès o Edwin S. Porter. Pero en realidad en ese país se filmaron algunos de los cortometrajes más audaces surgidos en la infancia del cinematógrafo, rompiendo con algunas de las primeras convenciones y barreras que lo caracterizaban.
El film seleccionado hoy se basa en una premisa cómica muy original: un hombre está siendo filmado y se enfrenta indignado al cámara hasta que decide acabar con esa intrusión comiéndose tanto la cámara como al director. La película juega por tanto con hacer explícita la presencia de la cámara y ofrece un plano detalle del rostro del hombre filmado que se hace rarísimo de ver en una obra de esa época. Solo por esos detalles The Big Swallow ya puede considerarse como una de las obras más importantes de esa era.