Ahora que definitivamente ya se ha asentado el verano (al menos en el hemisferio en que se encuentra este Doctor) y que parece ser que por fin podemos salir libremente a chapotear a la playa es un buen momento para rescatar uno de los maravillosos cortos que hicieron el genial dúo Leo McCarey y Charley Chase. El primero, como ya sabrán, acabaría siendo un prestigioso director de Hollywood, pero en la época muda destacó sobre todo por dirigir algunos divertidísimos cortos de slapstick para gente como Laurel y Hardy o Charley Chase. En cuanto al bueno de Chase, es uno de los cómicos favoritos de este rincón silente al que nunca nos cansamos de reivindicar.
Hoy les traemos No Father to Guide Him (1925), una divertida comedia en que nuestro protagonista intenta recuperar la custodia de su hijo pese a los intentos de su temida suegra de separarles. El momento cumbre sucede en una playa donde Charley pierde su ropa, dando pie a varias situaciones de caos y confusión que vistas hoy día resultan doblemente divertidas: ¿no les parece maravilloso que las mujeres se muestren tan consternadas al ver al bueno de Charley con la ropa interior de la época, que hoy día no escandalizaría ni al más mojigato?
Como aliciente extra, en este filme podrán ver una de las apariciones cinematográficas del atleta hawaiano Duke Kahanamoku. ¿Que quién es? Fue un campeón olímpico de natación que además popularizó el surf más allá de las islas de Hawaii, que es donde se practicaba hasta entonces. Su apasionante biografía daría para muchos más párrafos, pero para centrarnos en lo que nos ocupa baste decir que una vez se retiró del deporte tuvo algunos pequeños escarceos en el mundo del cine como actor e incluso hizo amistad con bastantes cineastas de la época. Sus apariciones no dejaron de ser pequeños cameos basados en su fama previa, ya que de hecho en Hollywood era extremadamente difícil para la gente de otras razas formarse una carrera. No obstante nos queda como muestra de su talento como nadador el pequeño papel que hace aquí como vigilante de una playa que acude a rescatar a Charley pensando erróneamente que se está ahogando.
Dicho esto, creo que ya tienen motivos más que suficientes para disfrutar de este cortometraje: