La semana pasada les hablamos brevemente de los intentos por parte de una serie de emprendedores de hacer un cine de calidad hecho por y para afroamericanos. La figura más importante de este movimiento merecía una entrada propia: Oscar Micheaux.
Oscar Micheaux es uno de los grandes nombres fundamentales del cine afroamericano. De origen humilde, Micheaux llegó a ser un acaudalado granjero a una edad muy temprana gracias a su perseverancia y astucia. Era un hombre ambicioso, inteligente e hiperactivo, que durante toda su vida se movió en ámbitos muy diferentes y en muchos llegó a destacar de una forma u otra. Cuando a los 30 años perdió sus tierras y a su primera mujer, Micheaux decidió escribir una obra titulada The Conquest (1913) en que narraba sus experiencias. El libro tuvo tal éxito que el multidisciplinar Micheaux decidió ganarse la vida como autor escribiendo más novelas. Como curiosidad, sería el primer afroamericano en publicar un best seller.
Uno de sus libros, The Homesteader: The Story of a Negro Homesteader (1918), llamó la atención de una productora, que quiso comprar los derechos para hacer una película del mismo. Micheaux aceptó de entrada, pero a cambio de poder estar presente en el rodaje supervisando la adaptación y de que el film durara ocho rollos, ya que la extensión de la novela hacía imposible reducirlo a menos. El productor no aceptó estas condiciones y el trato se rompió. A cambio, había nacido un nuevo cineasta, Micheaux fundó la Micheaux Film and Book Company y produjo él mismo la adaptación de su libro, que gozó de un gran éxito y fue alabada por la crítica.
Su segunda película, Within Our Gates (1920), vino acompañada de mucha polémica por incluir una escena de un linchamiento a un negro. Hubo debate sobre si debería permitirse el estreno de un film que trataba un tema tan peliagudo. Algunos de los censores argumentaban que era potencialmente peligroso al poder provocar revueltas por ser un tema de actualidad que el público negro desgraciadamente conocía bien, otros opinaban que precisamente por ser un tema de actualidad merecía mostrarse en la pantalla. Finalmente ganaron éstos últimos y el film fue estrenado. Animado, Micheaux volvería a tratar el tema de los linchamientos públicos en The Gunsaulus Mystery (1921), en este caso narrando un caso de actualidad sobre un judío linchado acusado de haber matado a una joven blanca.
A lo largo de su carrera, muchas de las películas de Micheaux traerían polémica por tratar temas raciales peliagudos negándose a mostrar una imagen amable y estereotipada del negro. En algunas incluso no dudó en mostrar de forma negativa a miembros de la Iglesia (como puede verse en Body and Soul de 1925), algo que ciertos estudiosos de cine han vinculado a la agria relación que tuvo Micheaux con su primer suegro, que era reverendo.
En su momento de mayor éxito, los films de Micheaux llegaron hasta Europa, pero aunque a lo largo de su carrera produjo más de 40 películas, muchas han desaparecido o son difíciles de encontrar. Como es de suponer, la mayoría de las desaparecidas pertenecen a su era muda, de las que se conservan muy pocas obras como Within Our Gates o Body and Soul – las cuales pueden verse en su totalidad al final de este post.
Al igual que suele suceder con cineastas que tratan temas tan delicados, Micheaux se vio rodeado de cierta polémica a lo largo de su carrera. Por ejemplo, se le achacó algo que ya comentamos en la anterior entrada, el hecho de que en sus films los actores protagonistas eran negros de piel clara, mientras que los negros de piel más oscura se limitaban a papeles secundarios. Henry T. Sampson en su libro sobre cine afroamericano Blacks in Black and White justifica esto basándose en que Micheaux estaba recogiendo una tradición del minstrel show, en que los personajes negros de piel clara son los más inteligentes y que hacen de interlocutor con el público, mientras que el resto hace papeles más cómicos.
No obstante, Micheaux se movía en cierta ambivalencia, ya que por un lado quería tratar temas polémicos para concienciar al público pero al mismo tiempo buscaba llegar a los espectadores blancos, ya que era la única forma de obtener grandes beneficios. Durante su época de mayor éxito su nombre era sinónimo de cine afroamericano de calidad que gustaría seguro a ese segmento de población, pero eso no era aliciente para el gran público blanco. Por ello solía basar sus films en noticias reales que conocía el gran público, para así atraerle a las salas de cines. Pero aunque en sus films dio vida a personajes afroamericanos complejos, con personalidad y alejados de estereotipos, el público blanco seguramente acabó algo fatigado de un director que siempre estaba tratando temas raciales. No obstante tuvo éxito al conseguir algo inédito: que un afroamericano pudiera estrenar una producción propia en cines de público blanco.
La llegada del sonoro cogió a Micheaux en un momento difícil, pero logró refundar su compañía después de una debacle financiera con dos films sonoros de mucho éxito: The Daughter of the Congo (1930), que era parcialmente mudo, y The Exile (1931), que era totalmente sonora.
En los inicios del sonoro, Micheaux pensó en aprovechar esa innovación para filmar números musicales de artistas afroamericanos, que por entonces gozaban de mucha popularidad. Para su desgracia, las grandes compañías tuvieron la misma idea y ellas podían permitirse pagar los altos salarios de artistas como Duke Ellington, Bessie Smith o Louis Armstrong, por lo que Micheaux tuvo que conformarse con utilizar a artistas menos reconocidos y, en consecuencia, el éxito de sus films fue mucho más limitado.
Micheaux siguió dirigiendo films hasta principios de los años 40, y aún por entonces algunas de sus películas eran objeto de polémicas, como God’s Step Children (1938), en que una mujer con sangre negra se hace pasar por blanca y es golpeada y escupida por su marido cuando descubre la verdad. Con la llegada de la II Guerra Mundial, Micheaux se retiró del cine para volver a dedicarse al mundo editorial con una excepción puntual en 1948 con el film The Betrayal (1948), el último de su carrera. Murió tres años más tarde.
Aunque no es un nombre especialmente conocido, Oscar Micheaux es una figura esencial en la historia del cine afroamericano, un hombre inquieto y pionero que rompió las barreras raciales brevemente.
En los siguientes links pueden verse sus films Within Our Gates y Body and Soul: