Antes de que se acabe este año, el Dr. Caligari ha pensado que sería una buena idea aprovechar el centenario de la I Guerra Mundial para hacer una lista con diez películas que versan sobre ese conflicto bélico. Cabe decir que buena parte de estos films tuvieron una enorme acogida en su momento – de hecho en este listado se encuentran algunos de los mayores éxitos de taquilla de la década – demostrando que al público de la época le atraían los argumentos relacionados con la reciente contienda.
1) Maciste Alpino (1916) de Luigi Romano
Maciste es un personaje que apareció por primera vez en Cabiria (1914) y que obtuvo tanta popularidad que se convirtió en el protagonista de otras muchas películas, aún cuando no estuvieran ambientadas en la misma época del film de Giovanni Pastrone, como es el caso. Esta obra de hecho empieza con una referencia metacinematográfica: el rodaje en Austria de una película en la que Maciste es el propio protagonista hasta que, con el estallido de la guerra, el equipo de rodaje es enviado a un campo de prisioneros.
Maciste Alpino es la película más naif de las de este listado, en la que la guerra no es más que un contexto que da juego para que Maciste exhiba su fuerza y haga sus travesuras burlándose de los oficiales austríacos. Pese a la breve aparición al final de un combate en trincheras, en ningún momento dudamos de que el gigantesco héroe saldrá indemne no solo venciendo a los enemigos sino además haciéndoles mofa (me parece irresistible y divertidísima su cara de burla con esa mirada desorbitada).
A destacar las impresionantes escenas alpinas rodadas en escenarios reales.
2) Armas al Hombro (Shoulder Arms, 1918) de Charles Chaplin
No deja de ser curioso que una de las primeras películas producidas sobre la I Guerra Mundial sea una parodia. De hecho, Chaplin no se sentía muy seguro sobre qué pensarían los soldados del frente al ver a Charlot en un contexto tan terrible como ése, pero su instinto no le falló: en su momento fue la película más exitosa de su carrera y de hecho fue especialmente popular en las proyecciones para miembros del ejército.
La primera parte del film es la más divertida, permitiéndose hacer bromas sobre la dura vida en trincheras, mientras que la segunda relata una pequeña aventura de Charlot que acaba con la captura del kaiser y un idílico mensaje que proclama la paz en el mundo. En cierto modo Armas al Hombro fue la contribución de Chaplin al esfuerzo bélico, a su manera, claro.
3) Corazones del Mundo (Hearts of the World, 1918) de D.W. Griffith
En los últimos episodios de la I Guerra Mundial, el gobierno británico contrató al que por entonces se consideraba el director de cine más importante del mundo, D.W. Griffith, para que rodara una película sobre el conflicto bélico. Griffith se trasladó a Europa y filmó algunos planos en trincheras reales que luego le sirvieron para las escenas bélicas de Corazones del Mundo.
El resultado fue todo un éxito, pero la visión que ofrecía tan negativa de los alemanes contribuyó a incrementar aún más el odio hacia ese país, hasta el punto de que posteriormente Griffith se arrepintió de haber filmado una versión tan sesgada del conflicto. Él simplemente había aplicado los principios que había utilizado en obras anteriores, como la separación tan marcada entre buenos muy buenos y malos muy malos; y quizá para sus historias de ficción basadas en los principios del melodrama de folletín le funcionara, pero con un conflicto tan real y cercano como ése resultó ser una aproximación demasiado simplista.
4) Yo Acuso (J’Accuse, 1919) de Abel Gance
Unos cuantos años antes de pasar a la posteridad por su inmensa Napoleón (1927) el francés Abel Gance había filmado uno de los primeros grandes alegatos pacifistas de la historia del cine: Yo Acuso. La historia se inspiraba en las vivencias reales del director, quien vio con sus propios ojos como muchos de sus amigos morían inútilmente en el frente. Al igual que Griffith en el film anterior, Gance también grabó algunas escenas en el frente mientras la guerra aún seguía vigente y las incluyó en el metraje final.
En perspectiva, creo que la película es demasiado larga (aunque dos horas y tres cuartos no es mucho dentro de los estándares de Gance), sobre todo en las escenas que no suceden en el frente. A cambio el film tiene una de las secuencias más estremecedoras que se hubieran visto: un plano del cementerio en que todos los soldados muertos se levantan de sus tumbas. Para dicha escena Gance empleó a soldados reales que al poco tiempo tenían que volver al frente y que, por tanto, sabían que muy probablemente pronto estarían muertos de verdad, como los personajes que interpretaban.
5) Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (The Four Horsemen of the Apocalypse, 1921) de Rex Ingram
La exitosa novela de Vicente Blasco Ibáñez pedía a gritos una fastuosa adaptación cinematográfica, y si había un estudio de Hollywood que no podía resistir ese reclamo era ante todo la Metro. Esta versión de Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis fue uno de los mayores éxitos de su tiempo y el inicio del fenómeno Valentino, en el papel de galán que le lanzó a la fama.
El film se esmera en ser lo más fiel posible a la novela original y se apoya muy decisivamente en la cuidada realización de Rex Ingram, que pasó a ser uno de los directores más reputados del mundo.
6) El Gran Desfile (The Big Parade, 1925) de King Vidor
La gran película muda sobre la I Guerra Mundial, ni más ni menos. De hecho podríamos ampliar aún más esa afirmación y decir que es una de las grandes películas mudas hechas en Estados Unidos aunque solo sea a nivel de repercusión, ya que de hecho El Gran Desfile es el film mudo más taquillero de la historia del cine.
El motivo no es solo el fantástico trabajo de King Vidor tras la cámara sino la idea que tuvo éste a la hora de replantearse cómo filmar una película sobre la I Guerra Mundial. Éste decidió huir de relatos heroicos y contar la historia de un chico normal y corriente que de repente se debe enfrentar a esa masacre sin sentido. Para ello, combinó las escenas bélicas con otras de tipo más humano en que el protagonista se enamora de una chica francesa y ambos intentan comunicarse como buenamente pueden.
Todo un clásico.
7) El Precio de la Gloria (What Price Glory?, 1926) de Raoul Walsh
Raoul Walsh consiguió uno de los mayores éxitos de su etapa muda con este film bélico que se sustentaba en la misma premisa que repetiría William A. Wellman el año siguiente aún con más éxito en Alas (1927): un triángulo amoroso en el marco de la I Guerra Mundial, dos hombres que combaten juntos mano a mano pero que, oh desgracia, están enamorados de la misma mujer.
El Precio de la Gloria opta por un enfoque más ligero que los films no abiertamente humorísticos de esta lista, poniendo énfasis en las escenas “entre batallas” a las que Vidor ya había dado protagonismo en El Gran Desfile. Reconozco que no me acaba de entusiasmar esa combinación entre escenas bélicas y otras claramente cómicas, pero es un enfoque interesante y se adelanta a otras películas que seguirían la misma estructura como la excelente La Gran Guerra (1959) de Mario Monicelli, en que se combinaba una cuidada recreación de la I Guerra Mundial con escenas de tipo más humorístico al servicio de Alberto Sordi y Vittorio Gassman.
8) Alas (Wings, 1927) de William A. Wellman
Junto al film de Vidor mencionado anteriormente, la otra gran película muda sobre la I Guerra Mundial. A los aficionados a este tipo de datos les gustará saber que fue el primer film de la historia en ganar el Oscar a la mejor película, y a los fans de Gary Cooper les interesará saber que el célebre actor aparece aquí en uno de sus primeros papeles (y que de hecho se come a los dos protagonistas en sus pocos minutos en pantalla).
Fue además una de las primeras películas en poner de moda el cine de aviación, que en los años posteriores retomarían otros expertos aviadores metidos en el mundo del cine como Howard Hawks y Howard Hughes. De hecho el mismo William A. Wellman consiguió la tarea de dirigir esta gran producción por su experiencia como aviador y, aunque creo que tiene unas cuantas películas superiores a ésta en las décadas posteriores, resulta un buen entretenimiento con todos los ingredientes que uno podía esperar de una gran película de Hollywood: acción, romance, dosis de humor, protagonistas atractivos, alemanes muy malos… ¿qué más necesitan?
9) Hotel Imperial (1927) de Mauritz Stiller
El cineasta sueco Mauritz Stiller fue uno de los muchos realizadores europeos que se dejaron seducir por el canto de sirena de la industria de Hollywood después del éxito internacional que adquirieron sus películas. Para su desgracia él pasó a formar parte de aquellos directores que no se adaptaron y acabaron volviendo a su tierra natal.
De los films que realizó en Estados Unidos hoy día solo ha sobrevivido Hotel Imperial, basado en una obra húngara que Billy Wilder volvería a adaptar años después en Cinco Tumbas al Cairo (1943). Tiene como protagonista a un oficial austríaco que acaba atrapado en la línea rusa y se oculta en un hotel, pero con tan mala suerte que el ejército enemigo decide utilizar ese emplazamiento como cuartel general y se ve obligado a hacerse pasar por camarero.
Resulta un buen film pero sin atisbos del estilo propio de Stiller. No obstante es un buen entretenimiento hollywoodiense para lucimiento de la bonita Pola Negri.
10) Cuatro Hijos (Four Sons, 1928) de John Ford
Y acabamos con mi favorita personal, y eso que debo reconocer que no soy un fanático de John Ford. Cuatro Hijos es uno de esos films que beben directamente de la enorme influencia que tuvo en su momento Amanecer (1927), de hecho su estilo visual para mí remite más claramente a la obra maestra de F.W. Murnau que al cine de Ford.
Se trata de un film en que apenas hay escenas bélicas y que prefiere centrarse en la triste historia de una madre de familia alemana (¡todo un atrevimiento situar la película en el bando contrario!) que debe ver cómo sus hijos son enviados a morir al frente. Una auténtica maravilla a redescubrir oculta entre los grandes títulos de la filmografía de Ford.
Responder