Hoy rescatamos este breve cortometraje de cine de los orígenes que tiene como aliciente el ser uno de los primeros films publicitarios que se conoce. Desde los inicios del cine siempre se ha tenido muy presente su potencial para publicitar productos, pero pocos tienen el encanto naif de este cortometraje producido por la factoría Edison.

La premisa es insuperable: cuatro buenos norteamericanos (incluyendo un ¿indio? y una suerte de trasunto del Tío Sam) charlan frente un cartel de Admiral Cigarettes hasta que de repente un tipo sale de una caja y les ofrece un cigarro a cada uno al mismo tiempo que lanza otros por los aires. Seguidamente, el cuarteto despliega un cartel que dice «We all smoke» mientras se fuman su cigarro Admiral. Soberbio, con guiones así sencillamente no se podía fallar.

Para acabar de redondearlo una curiosidad: Edison odiaba el tabaco y se jactaba de no contratar nunca a fumadores. Pero claro, una cosa son los principios y otra los saludables ingresos que podía proporcionar un anuncio de este tipo. No obstante, sólo por permitirnos disfrutar de este corto creo que podemos perdonarle al genial inventor esta leve (en realidad no tan leve) contradicción.