Uno de los rasgos más curiosos de la era muda es que en esos años no era nada inhabitual que los actores, incluso los más célebres, corrieran auténticos riesgos rodando sus escenas. Ello era debido en parte a la falta de regulación que existía en aquellos tiempos al respecto y, también es cierto, al genuino entusiasmo que muchos de ellos sentían hacia su profesión, que les llevaba a entender estos riesgos como algo normal, un gaje del oficio para conseguir que la película fuera lo mejor posible.
Un caso paradigmático es el de Gloria Swanson en Macho y Hembra (Male and Female, 1919) de Cecil B. De Mille. La película narraba una historia contemporánea sobre las relaciones de clase, pero siendo De Mille se inventó una excusa para colar un flashback ambientado en la Antigua Babilonia que no viene absolutamente a cuento de nada, pero le sirve para colar unos minutos de fastuosa decoración y vestuario, además de ofrecer un impactante desenlace en que la Swanson era finalmente ofrecida de comida a los leones (pueden verlo en el vídeo de abajo).
La escena obviamente se rodó con animales reales, pero en la primera toma parece ser que el león se acercó con inusitada energía a la actriz y todo el equipo se dio tal susto que De Mille decidió descartar dicha secuencia. Pero aun así, la Swanson insistió en seguir adelante, lo cual demuestra la enorme valentía de la actriz con tal de que la escena quedara lo mejor posible. Así pues prepararon el plano en que ella estaba tendida en el suelo y un león se le acerca. Como medida de precaución, no solo estaban todos los adiestradores atentos para actuar en caso de emergencia, sino que además De Mille tenía una pistola cargada a mano por si acaso. Cuando llegó el momento, Swanson vio como detrás de una jaula se movía la amenazadora figura del peligroso felino y escuchó como el adiestrador lo echó hasta el set con su látigo. El león fue directo hasta ella y se tumbó encima poniéndole una garra sobre la espalda y rugiendo amenazadoramente. No pasó nada más, pero la actriz no había pasado tanto miedo en su vida y todo el equipo estuvo con el corazón en un puño en esos delicados segundos. Y por una de esas casualidades que hacen que estas anécdotas sean aún mejores, aquel había sido justo el día que el padre de ella escogió para acercarse al plató. Ver a su hija de 20 años mano a mano con un león no debió ser desde luego una visión muy agradable para el pobre hombre.
En gratitud por el riesgo que había corrido, De Mille recompensó generosamente a la actriz con un regalo lujoso. Pero la gran recompensa en realidad fue que la escena se hizo tan célebre en su momento que contribuyó aun más a catapultar a Gloria Swanson como una de las actrices más destacadas de la época. Nadie dijo que fuera fácil llegar al estrellato.
PD: hagan clic aquí si quieren conocer las experiencias de otra estrella muda con leones.