Amigos lectores, tengo una mala noticia que darles, y es que este año el Doctor Caligari no podrá acudir a las Giornate del Cinema Muto de Pordenone. Pero, no teman, he hablado con la organización y les he convencido para que sigan adelante con el evento pese a mi ausencia, de modo que el mayor festival de cine mudo del mundo dará inicio tal y como estaba previsto el 4 de octubre. Aunque no podré hacerles una crónica, les dejo aquí los principales programas por si les interesa saber qué se va a ver en Pordenone este 2025:
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El Hombre de Man (The Manxman, 1929) de Alfred Hitchcock
Hay películas que arrastran desde hace mucho tiempo una mala fama que lleva a acercarse a ellas ya con ciertas ideas preconcebidas en su contra. Pero si uno prueba a verlas en buenas condiciones y sin saber de antemano lo que esperar, a veces puede llevarse pequeñas sorpresas. Por ejemplo, que un filme históricamente considerado un fracaso como La Puerta del Cielo (Heaven’s Gate, 1980) de Michael Cimino sea en realidad una muy buena película que, de hecho, en los últimos años se ha revalorizado de una forma más justa.
Algo parecido sucede con El Hombre de Man (The Manxman, 1929), que se tiene solo en cuenta por ser el último filme mudo de Alfred Hitchcock – lo cual, de hecho no es del todo cierto, ya que se realizó también una versión silente de su primera obra sonora, La Muchacha de Londres (Blackmail, 1929). En el famoso libro de entrevistas con Truffaut, Hitchcock despachaba rápidamente El Hombre de Man diciendo que no tenía ningún interés, y es cierto que durante mucho tiempo ha sido una obra a la que nadie parece haber prestado mucha atención. Cuando hace años se proyectó como obra de clausura de las Giornate del Cinema Muto de Pordenone, yo la dejé pasar por no apetecerme revisionarla, pero me llevé una sorpresa al oír que los comentarios hacia la película fueron en general elogiosos. ¿Había sido injusto con ella?
Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2024 (IV)

Autor: Valerio Greco
10 de octubre – En que se dan cita dos de los más grandes nombres de la comedia cinematográfica y un fox terrier
Sabes que va a ser un buen día en Pordenone cuando empiezas la jornada con un corto en que aparece un fox terrier esquiando y luego tienes una película de Lubitsch que aún no habías visto. Als de Winter Komt es uno de los cortometrajes de autoría desconocida que se proyectaron hoy. Se sospecha que es de 1921 y básicamente tiene como narrador a un fox terrier que explica lo bien que se lo pasa en invierno con su familia y, sobre todo, su dueña Mary. Es un corto encantador, tanto por la belleza de esas imágenes nevadas como, claro está, por su protagonista. Y para los que sean sensibles con la forma como se trata a los animales actores, en este caso nuestro fox terrier se nota que se lo está pasando genuinamente bien brincando por la nieve y caminando con unos zapatitos que le han comprado para que no pase frío en las patas en estas fechas.
El otro corto que vimos hoy sin identificar es una simpática comedia, Las Horas del Asistente, que se sospecha que debe datar de alrededor de 1915 y probablemente provenga de Francia o Italia. Explica todas las tareas que debe llevar a cabo durante un día el ayudante de un oficial, y la gracia está en que va alternando planos de un reloj que marca una hora concreta con la diferente tarea que el pobre hombre tiene que llevar a cabo.
Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2024 (III)
Autor: Valerio Greco
8 de octubre – El Tío Sam visto por Colombia
Algo que me gusta de Pordenone es su absoluta heterogeneidad, el hecho de ser un festival que, dentro de lo que es el cine mudo, pueda incluir cualquier cosa. Tan pronto estamos viendo un filme de Uzbekistán que denuncia la situación de la mujer allá como nos encontramos bajo el mar viendo un documental submarino. Primero tuvimos dos aperitivos: Dans le Sous-Marin (1908), un corto en que varios hombres quedan atrapados en un submarino y mientras mueren recuerdan imágenes de sus hogares, para luego desembocar en un tableau vivant con varias mujeres haciendo aparecer bebés (¿?) y enarbolando un mensaje de paz, y Le Voyage Fantastique de Marius (1912), un corto animado en que un hombrecillo convierte su coche en un submarino. Luego vimos el documental Wonders of the Sea (1922) de J. Ernest Williamson, que tenía como principal aliciente mostrar imágenes del fondo del mar en una época en que no eran tan fáciles de filmar como hoy día.
Es un filme curioso, con varias tomas que captan la belleza de una nadadora sumergiéndose al fondo del mar (incluyendo algunos planos en slow motion para plasmar mejor sus movimientos), un pintor que se dedica a pintar el fondo del mar desde una cámara sumergida bajo el barco en compañía de un niño que sospecho que está de adorno y, finalmente, dos submarinistas paseándose por el fondo marino, cazando una pobre morena y enfrentándose a un temible pulpo que es descaradamente de mentira. En esta cruenta lucha entre el hombre y el pulpo de mentira, les tranquilizará saber que una vez más ganó el ser humano. Pero bromas aparte, es interesante constatar cómo Williamson cree conveniente añadir esta pequeña ficción inventada para dar un poco más de sustancia a un documental que, por si solo, yo creo que ya habría funcionado perfectamente.
Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2024 (II)
5 de octubre – Segunda oportunidad con Protazanov
Hace diez años, cuando me estrené en Pordenone, el primer día me perdí una película de Yakov Protazanov por un error de novato. Una década después parece que el festival me ha ofrecido una segunda oportunidad programando una película de Protazanov el primer día por la tarde a la que también llegaba justo. Pero esta vez pude verla.
Protazanov es de los pocos directores rusos que hizo la transición de la época prerrevolucionaria a la era soviética, y de ésta al sonoro y el estalinismo. Un superviviente nato. El Cuarenta y Uno (Sorok pervyy, 1927) está ambientada durante la Revolución Soviética en el desierto de Karakum, y explica cómo un pequeño destacamento intenta sobrevivir huyendo del ejército blanco a través del desierto y casi sin víveres. Por el camino capturan a un oficial del Ejército Blanco y se le encomienda la misión de custodiarlo a Mariutka, la mejor tiradora del destacamento. Pero ambos acabarán enamorándose.
Éste es uno de esos filmes que reflejan a la perfección el agobio físico que sienten sus personajes: el calor, el paisaje desolador, el agotamiento… La historia funciona muy bien y solo se le puede achacar que obviamente le falta metraje y eso dificulta juzgarla como merece ya que presenta un ritmo desigual y se nota que faltan escenas. La copia que vimos era una checoslovaca que se supone que es la mejor que hay, pero ojalá se restaure en el futuro combinando todas las versiones existentes. En definitiva, una muy buena versión que está perfectamente a la altura de la famosa de Grigori Chukhrai del 1956, pero más áspera y con un final donde, por una vez, no triunfa el amor… ¡sino la Revolución!
Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2024 (I)
Queridos lectores, ¡cómo pasa el tiempo! Este 2024 se cumplen 10 años de la primera vez que el Doctor Caligari asistió a Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone. Aquel primer año este Doctor cometió muchas inevitables novatadas, que implicaron entre otras cosas ver la proyección de clausura en unos asientos que no le dañaron el cuello irreversiblemente de milagro, pero aun así la experiencia fue tan positiva que desde entonces ha vuelto a cada edición salvo la del 2020 por algún motivo que ahora no recuerdo.
¿Qué nos ofrece este año el principal festival de cine mudo del mundo? Pues agárrense porque hay ciclos muy curiosos y además la programación es de las más extensas que recuerdo haber visto, dejando a menudo poco espacio para la pausa del mediodía y con algunas sesiones nocturnas que acabarán pasada la medianoche. Si van a acudir al festival espero que les guste el café italiano bien cargado. Estos son los principales ciclos:
- El gran programa de este año está dedicado al cine mudo de Latinoamérica, con películas de México, Uruguay, Colombia, Chile, etc. Es seguramente la retrospectiva más extensa que se ha hecho hasta la fecha de cine mudo latinoamericano, de modo que ya en sí mismo esto va a ser un pequeño acontecimiento que esperemos nos ayude a conocer mejor el cine de esos países.
- También habrá un ciclo dedicado a Uzbekistán, hacia el que tengo muchas expectativas.
- El gran intérprete de esta edición será Anna May Wong, la actriz estadounidense de origen chino que tuvo una carrera a caballo entre Hollywood y Europa.
- Habrá también un ciclo dedicado al grandísimo diseñador de producción Ben Carré, a quien muchos tenemos presente sobre todo por sus colaboraciones con Maurice Tourneur.
- Aparte de eso tendremos sesiones matinales dedicadas a rescatar cortos de Griffith de su primer año en la Biograph, sesiones de cine primitivo, documentales y mucho más.
¿Van a asistir al festival por primera vez? Echen un vistazo a mi Manual de supervivencia para novatos.
¿Tendrán que quedarse en casa? Quizá les interese seguir la versión online de pago, que incluye una selección de algunas de las películas que veremos en Pordenone.
¡Estén atentos a sus pantallas, que este fin de semana empieza el gran acontecimiento silente del año!
Ediciones de otros años:
Películas desaparecidas: The Tower of Lies (1925) de Victor Sjöström
De entre la multitud de películas que se perdieron en la era muda, cualquiera de las que dirigió el grandísimo Victor Sjöström constituye para un servidor una auténtica tragedia ya que le considero no solo uno de los mejores cineastas de la era muda sino de la historia del cine. Aún recuerdo cuando hace años en Pordenone pudimos ver una obra suya recuperada, The Price of Betrayal (Judaspengar, 1915), hacía la que no tenía expectativas concretas y que resultó ser una grata sorpresa. Naturalmente por aquí ya hablamos de The Divine Woman (1928), su filme desaparecido más lamentado, porque nos habría brindado la oportunidad de ver a la gran Greta Garbo dirigida por su compatriota, pero hoy les propongo que lamenten conmigo la pérdida de otra cinta menos conocida, The Tower of Lies (1925).
La película suponía un reencuentro del equipo principal de la exitosísima El Que Recibe el Bofetón (He Who Gets Slapped, 1924), es decir, de Sjöström junto a los actores Lon Chaney y Norma Shearer. Pero además este filme perdido tiene un aliciente extra muy interesante, y es ser una adaptación de una novela de la escritora sueca Selma Lagerlöf, que había proporcionado el material de base para buena parte de los grandes éxitos de Sjöström y su colega Mauritz Stiller en su Suecia natal. Este filme nos podría mostrar pues cómo habría sido una adaptación de Lagerlöf al estilo Hollywood por parte de un cineasta que ya había llevado a dicha escritora a la gran pantalla en numerosas ocasiones.
Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2023 (IV)

Imagen: Valerio Greco
12 de octubre – Escalaré la montaña más alta
En ciertos aspectos soy una persona de gustos bastante simples. A mí pónganme una película alemana de montañeros con unos personajes pasmosamente simples, un argumento resumible en un par de frases, bonitos paisajes y esa forma de entender la naturaleza tan intensamente germánica y ya me tienen contento. Arnold Fanck era el director por excelencia de ese género tan peculiar llamado «bergfilm» o filmes de montaña, que gozaron de una enorme popularidad en la era muda. Estas películas constaban de tramas bastante sencillas que servían de excusa para mostrar escenas de escalada y tratar el tema de la relación entre el hombre y la naturaleza. La gracia era que no había trucajes: todo lo que se veía en las películas es real, y por ellos los actores a menudo eran alpinistas profesionales y los rodajes resultaban bastante difíciles.
La Montaña del Destino (Der Berg des Schicksals, 1924) fue la primera película de ficción de Fanck después de haber filmado algunos documentales, y es la que marcaría las pautas a seguir en futuros «bergfilm». El mínimo argumento nos habla de un alpinista obsesionado con ser el primero en llegar a la cima del Guglia en los Alpes y que muere en el intento. Años después su hijo es un experto escalador pero que se niega a intentar hacer ese pico por motivos obvios. No obstante, su novia, también una alpinista nata, se muestra extrañamente insensible y se enfada con él por no atreverse a emprender tamaña aventura tildándole de cobarde. Las circunstancias, no obstante, le obligarán a enfrentarse a su miedo.
Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2023 (III)
Créditos de la imagen: Valerio Greco
10 de octubre – ¿Qué tienen en común Harry Piel y Sylvia Plath?
Una las grandes novedades de este año fue el descubrimiento de un legendario documental brasileño: Amazonas, Maior Rio do Mundo (1918) de Silvino Santos, considerado perdido hasta que hace poco se encontró una copia en la República Checa. Aparentemente fue un filme muy popular en su tiempo que se difundió por Europa a menudo en copias ilegales distribuidas por un tipo que afirmaba ser el director de la cinta. La película resulta muy interesante por su valor histórico y etnográfico, si bien yo personalmente eché en falta más imágenes de las tribus de la zona. Años después, el propio Silvino Santos volvería a repetir el mismo tema con No Paiz das Amazonas (1922), su filme más popular.
Volviendo a Europa, nuestra dosis de Ruritania del día vino en forma de un serial francés titulado Titi, Premier Roi des Gosses (1926) de René LePrince, de la cual vimos una versión resumida de apenas hora y media que se montó para el mercado extranjero (el serial completo se cree desaparecido). Llega un punto en que creo que podríamos poner en una bolsa papelitos con una serie de situaciones «ruritanas» estándar y, sacando tres papeles al azar, podríamos armar un guion estilo Ruritania en poco tiempo: matrimonios de conveniencia, reyes con dobles o hermanos gemelos, revoluciones, un romance entre un atractivo extranjero y una princesa, un heredero desaparecido que aparece de repente… Y en ese sentido, Titi, Premier Roi des Gosses ofrece de entrada una combinación estándar: una pequeña princesa es la heredera al trono, pero su malvado tío consigue provocar una revolución en que convence al pueblo de que la solución a su pobreza no es, como sería lógico, una república, sino darle el trono a él. De modo que la princesa y su madre se exilian en Francia. Allí la madre es asesinada y Titi acaba entre varias situaciones conflictivas conociendo a un entrañable niño vagabundo, Titi, que se encariña de ella y decide ayudarla.
Le Giornate del Cinema Muto de Pordenone 2023 (II)
Créditos de imagen: Lizica Codreanu en un disfraz de «Pierrot Éclair» hecho por Sonia Delaunay para Le p’tit Parigot (1926). Diseño gráfico: Giulio Calderini y Carmen Marchese.
7 de octubre – ¡Al fuego, bomberos!
Mientras en el mundo real se debate sobre el impacto que tendrán las inteligencias artificiales en el ámbito cinematográfico (spoiler: no pinta muy bien la cosa) resulta reconfortante aislarse por una semana en esa burbuja que es las Giornate del Cinema Muto de Pordenone, donde al final tras una semana de inmersión de filmes mudos uno acaba sintiéndose como si estuviera viviendo a principios del siglo XX. Tal es así que mi móvil se metió tanto en situación que al llegar a Italia perdió la conexión a internet, transportándome a aquellos tiempos en que no teníamos la respuesta a todo en un solo clic… lo cual tendría su gracia si no fuera porque el primer día no estaba en Pordenone, sino en una ciudad que no conocía demasiado y no sabía dónde estaba mi hotel. Bienvenidos a la experiencia Pordenone.
La primera sesión de este año correspondió al ciclo Ruritania. Para los que no lo conozcan, Ruritania es un país imaginario centroeuropeo inspirado en la inmensa popularidad de El prisionero de Zenda. Se utilizó (con ese u otros nombres inventados) en cientos de obras de ficción, demostrando la fascinación que había en esos años por ese territorio tan inestable políticamente y que parecía aún anclado en el siglo XIX. No obstante nuestra primera experiencia ruritana fue un tanto decepcionante. La Reina Joven (1918) era una prestigiosa película de la compañía barcelona Barcinógraf dirigida por Magí Murgià y que contaba con la por entonces célebre Margarida Xirgu encarnando a una reina que tiene un romance con un republicano. El problema es que tiene el defecto de las obras de esos años ambiciosas en intenciones pero algo justas a nivel artístico: parece más un despliegue de medios y recursos que vemos desde la distancia sin sentirnos implicados en la historia.




